Hace algunos días uno de mis tweets en relación a la guerra que a provocado la invasión de Russia a Ucrania, dio la vuelta al mundo. En él, motivado por la angustia de los hechos, escribí lo siguiente: "Mi amigo Jandy (Ucraniano) junto a su hermano menor, están repartiendo comida y remedios en bicicleta en Kiev mientras les caen bombas, balas e injusticia. Sólo espero volver a verte con vida y libertad hermano. #Kiev#Kyiv#Ucrania#heroes"
Esto llevó a que una serie de personas hicieran RT, por lo que fui contactado por un par de medios internacionales, para hacer de puente entre ellos y Jandy.
Su historia ciertamente llamó la atención de la gente; él y su hermano menor se encuentran en Kyiv (también Kiev) repartiendo comida y remedios a gente necesitada, adultos mayores, postrados, etc... con gran valentía y más determinación que recursos.
Uno de los medios que me contactó fue la cadena radial RCN RADIO de Colombia, a través del periodista Diego Reyes, quien logró entrevistar a Jandy hace muy pocas horas, y cuyo audio completo comparto aquí...
(Al parecer no se puede reproducir la entrevista desde acá, pero sí haciendo clic en MIRAR EN YOUTUBE).
ACERCA DE JANDY
Conocí a Andrey "Jandy" Prudnikov (Ukraine) en India durante los primeros días de diciembre del año 2016 en la ciudad de Rishikesh. Yo me encontraba en un viaje espiritual, en un momento muy difícil de mi corta vida hasta aquel entonces, y me sorprendió más allá de toda coincidencia, encontrarme en un lugar tan mágico, con personas tan conectadas con su consciencia y con intereses tan parecidos a los míos.
Durante mis primeros días en Rishikesh conocí a Alex (Alemania), Cla Cla (Francia), Elvin (Dinamarca), Michael (USA) y entre ellos a Jandy, un ucraniano contemplativo, silencioso y altamente sensible en sus conversaciones e ideas. Y así, de una forma muy casual y casi mágica, nos hicimos amigos de inmediato.
Dentro de nuestras conversaciones estaba los tópicos del universo, el amor, la soledad, la música, la poesía, el tiempo y otros garabatos que elaborábamos en horas de largas caminatas y conversaciones tan profundas como necesarias. De verdad no podía creer el encontrarme rodeado con seres tan hermosos en su modo de existir y vivir la vida.
Luego de Rishikesh, viajamos al norte de India, en dirección a las montañas y luego de eso a Amritsar, frontera con Pakistan.
Cuando viajas solo, con una mochila en la espalda (backpacker) en un lugar tan grande como India, es ideal tener cierta compañía, por lo que Jandy y yo hicimos un muy buen equipo abriéndonos paso en aquel mágico lugar.
Jandy es un músico y productor musical, además de fotógrafo, por lo que conectamos muy bien durante el viaje. Al llegar a Amritsar, conocimos de inmediato a personas muy interesantes, y al notar nuestra cercanía con la música y la fotografía, fuimos invitados a realizar unos pequeños talleres de foto y guitarra en una escuela de niños muy pobres, donde las clases eran en el suelo de la azotea de un viejo edificio sin ventanas ni puertas.
Los profesores en aquel entonces, eran una pareja Punjab con un tremendo corazón, quienes nos contaban que todos aquellos niños (entre 5 y 13 años) eran trabajadores por la mañana junto a sus padres, quienes los autorizaban algunas horas durante la tarde, para aprender algunas cosas que en sus casas simplemente no podrían.
Ellos no tenían un sistema formal para aquellos niños, sino que entendiendo su difícil situación, habían desarrollado un programa ajustado a sus necesidades, enseñándoles principalmente herramientas para su día a día.
De inmediato, a través del lenguaje de la música y la fotografía, comenzamos a conectar con aquellos niños, mientras Jandy con su tremendo corazón explicaba procesos (simples), dejando que los niños cliquearan algunas fotografías.
En un principio nos invitaron por un día, sin embargo al final de la jornada los niños pidieron si podíamos volver al día siguiente, y así fue por los siguientes días.
Fue una de las experiencias más hermosas de mi vida, el poder llegar de aquella manera a los corazones de esos niños hermosos, llenos de curiosidad y amor.
Después de casi un mes viajando juntos, nuestros caminos se separaron. Jandy tomó un tren al desierto de Rajasthan motivado por la fotografía de los astros mientras que yo emprendí mi viaje de vuelta a New Delhi, para luego tomar un avión a Nepal, esperando conocer las montañas más altas del planeta.
Ésta es la última fotografía que hice de jandy, montando en una motoneta rumbo a la estación de trenes. Lo lleva Gurnop en el asiento de atrás, mientras Bugs, de quien algún día contaré otra mágica historia, lo despide con una palmada en la espalda.
Después de eso nunca dejamos de hablarnos. De verdad hice un amigo como muy pocos pueden encontrar, y es por eso que hoy quise escribir esta breve historia. En cierto modo para conmemorar y agradecer por su amistad, pero por sobre todo para que más `personas puedan conocerlo, al menos a través de este relato.
Hoy Jandy está en Ucrania luchando junto a su pueblo. Bien podría estar escondido o haber abandonado su país mientras tenía la oportunidad, sin embargo es Jandy y él jamás haría algo así.
Yo escribo estas palabras desde La Paz, Bolivia, esperando que también ustedes lo conozcan, al menos a través de estos garabatos que aquí dejo como testimonios de su grandeza.
Claudio Ramírez.
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