Nunca me había relacionado tan de cerca con el mundo del arte, sino hasta que conocí a Guenchu, quien en sus inicios dibujaba caricaturas de sus compañeros de trabajo en croqueras y hojas en blanco al azar... Aunque desde sus monos iniciales, a lo que terminó creando algunos años después; hay un realmente un universo de diferencia.
Conocí a Alexis, (también conocido como Guenchu, Huenchu o HNCH), a través de la publicidad, una carrera que ambos estudiamos y que compartimos profesionalmente algún tiempo después por esas cosas del destino...
Tuve la suerte, y ya sabrán por qué digo -suerte-, pero tuve la suerte de ver los primeros dibujos de su autoría, al menos en esa época y sobre todo, suerte de estar presente en su primera obra en acrílico, La Vaca de Queso.
El óleo y el acrílico acercaron a Guenchu al mundo de la pintura y casi que un en abrir y cerrar de ojos; las obras comenzaron a brotar.
Por alguna razón. y creo no estar equivocado dado el talento y la profundidad en la búsqueda detrás de cada uno de sus monos, me sentí atraído por los colores, el estilo y y la imaginación de Alexis. Es por eso que dedico algunas palabras a su trabajo en este post.
No sé ustedes, pero a mí me encanta, en general, la abstracción bizarra de sus monos. Por eso se los comparto hoy, ¿a ver qué piensan ustedes?...
Yo por mi parte, tengo la suerte de estar rodeado de muchas personas talentosas y muchos amigos con propuestas en diversas artes escénicas; todos con mucho power, profesionalismo y profundidad, por nombrar sólo algunos pocos atributos. y en general, siento que compartir y nutrirse de energías creativas es cada as vez necesario en un mundo donde las pantallas se llevan toda la atención.
El arte es un agente sanador en todas sus formas y así como de pronto me he topado con obras y momentos, canciones, cuadros, dibujos y poemas mágicos, yo los dejo hoy con el arte de Guenchu y el link a sus RRSS para que puedan ver su trabajo,
Mencionaba el concepto de suerte hace un momento, por el hecho de poder exhibir y contar con 6 de sus obras en mi casa... finalmente es como escuchar una canción que te gusta en la radio, o ver una de esas películas que amas; te deja una sonrisa al menos, algo que considero valioso en estos raros e inciertos tiempos para el arte humano.
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Gracias por leerme hoy y nos vemos en la siguiente historia.
Claudio Ramírez.