La naturaleza y su tremenda generosidad. Su equilibrio; su belleza.
Sus ríos y árboles milenarios. El aire y el viento. El pasto, la tierra y su gente.
Las rocas y montañas. Los volcanes y el vestigio de sus inmensos caudales de lava.
Los pájaros, peces y animales en estado salvaje; y los perros y gatos de calle.
Sus nubes blancas y hermosos colores. Su cultura y su patrimonio.
Sus puestas de sol. El frío, la lluvia y el sobrecogimiento que provoca estar rodeado de tanta energía.
Hace algunos días atrás alguien me preguntó por qué razón me levanto cada día en la mañana a hacer lo que hago, y si bien de inmediato algunas cosas vinieron a mi cabeza, ésta es sin duda una de ellas.
La fotografía y la conexión que me provoca estar rodeado de naturaleza son motores de esos que me hacen saltar de la cama en un segundo.
Esto es para mí la magia del sur; lo cotidiano de esta tremenda obra en constante cambio. Con o sin cámaras, está ahí frente a nosotros; siempre majestuosa.
Estas fotografías fueron realizadas en la IX Región de La Araucanía, principalmente en Malalcahuello y sus alrededores al comenzar el otoño del presente año (abril 2019), como parte de un trabajo documental de fotografía de paisajes y naturaleza.
Quiero agradecer a OFC Cicloturismo por la logística y su tremenda ayuda en terreno, las bicicletas, el conocimiento y amor por el entorno y la tecnología 4x4 me permitieron adentrarme n el corazón de la región de La Araucanía.
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