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Las caras De la Vega Central - Recoleta.

En este espacio (blog) mi intensión es compartir historias y momentos en los que me sumerjo en distintos tipos de situaciones y contextos. Debe ser por mi natural interés por los lugares y culturas dentro de las las ciudades y sobre todo por mi amor por la fotografía.



Así fue como decidí ir a La Vega Central, buscando esos colores e historias cotidianas. Siempre que hago este tipo de registro, trato de ser lo más respetuoso posible con las personas que voy a fotografiar, y la mayoría de las fotos pertenecen a un registro documental del día a día, jamás interponiendo mi cámara frente a alguien que no quiere ser capturado en una postal.



Fue así como me encontré con esta realidad; gente trabajando, otras comprando, otros visitantes ilustres y otros no tanto... Sin duda La Vega es un lugar pintoresco desde varios puntos de vista.


Hay que tomarse el tiempo para poder apreciar esta realidad. No se trata de ir y hacer fotos sin sentido, ya que muchas de las cosas que van pasando, se dejan ver después de un tiempo de observación y sobre todo, de mucha paciencia.

Los momentos se van desvelando luego de mimetizarse con el entorno y casi como en un baile, dejarse llevar por el ritmo del ambiente.



Como en muchos lugares, pareciera que hay gente sin paraje y sin destino. Y si eso es difícil de atestiguar, imagina lo que debe ser para cada una de esas personas que pasan junto a ti (o junto a las que pasas), de las cuales fácilmente puedes ver en sus expresiones una cierta desolación.

Tal vez esa sea una de las cosas más difíciles de ser fotógrafo; ya que uno en cierto modo se va disponiendo al encuentro de historias duras que no nos dejan indiferentes.


Me ha tocado ver el sufrimiento de las personas desde el mismo lugar en el que ellos visten sus historias; y no es que uno este libre de sufrimiento del todo, sin embargo hay niveles en los cuales nuestros asuntos parecieran ser un paseo por el parque.



Y así es como voy matizando las historias que van viniendo hacia mí, casi como absorbiendo un poco de esta realidad que no deja de existir porque me voy a mi lugar seguro en el mundo.


Me voy quedando al mismo tiempo con las sonrisas y los colores. Con esa energía que va más allá del momento crudo, ya que siempre hay alguien que se sale de su traje para regalarte incluso algo que no tiene.

Ésa es mi motivación; la de no quedarme en mi zona de confort esperando a que las cosas pasen, sino que ir y enfrentarme a la realidad de ciertos mundos para llevarlos hacia donde estás tú.

Así tal vez me entiendas y yo pueda llevarte al menos por un breve paseo a través de la mítica Vega Central.



Claudio Ramírez.





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